El campo de arraigo en Jesucristo palabra de vida; busca profundizar en la Palabra de Dios y lograr que vivamos la espiritualidad samaritana en nuestra vida cotidiana y como comunidad.

El Santuario con su lema Familia Santuario – Iglesia en salida; nos invita a acoger en nuestro corazón a todos nuestros hermanos, ofreciendo lo mejor de nosotros, nuestra espiritualidad, nuestra bondad y misericordia para ayudar y lograr el crecimiento de nuestra comunidad. Aquí damos lo mejor de nosotros y estamos dispuestos para nuestros hermanos.

Es una obra misional que promueve la animación y formación misionera de los niños y sus educadores para que cooperen en la evangelización universal, especialmente de los mismos niños. Tiene estatutos propios. El Papa y todos los obispos la han asumido para toda la iglesia. Los mismos niños son los encargados de acolitar.

La misión de los ministerios musicales en el Santuario es promulgar a Jesucristo Palabra de Vida, utilizando la música como motor para la oración y la participación activa de la comunidad dentro de la liturgia, con la actitud del Buen Samaritano como norte para poder aportar a la Ciudad de la Misericordia por medio de la ejecución instrumental, el canto y la formación litúrgica y musical, un entorno más humano y más fraterno.
Como nivel de pastoral, los ministerios musicales trabajan por proclamar la Palabra de Dios por medio del canto, acompañado de una ejecución instrumental diáfana, que permita a toda la comunidad vivir la liturgia como un verdadero encuentro de oración. Además, se desarrollan procesos de iniciación y formación musical, con un énfasis especial en el servicio litúrgico y el papel fundamental de la música en este aspecto.

Los ministros extraordinarios para la distribución de la Sagrada Eucaristía son un grupo permanente del santuario, el propósito de este Ministerio, es llevar el alimento de la Palabra y el cuerpo de Cristo en la forma Eucarística.
En el sector hay un gran número de personas enfermas, los sacerdotes por todas las actividades que realizan no alcanzan a visitarlos a todos distribuyendo la Sagrada Comunión, y por eso es necesario la ayuda de los laicos, en este caso los miembros del grupo hacen extensivo este servicio a todos los enfermos que no se pueden movilizar.
También colaboran con la distribución de la Sagrada Comunión dentro de las ceremonias cuando el párroco lo considera conveniente; y se encargan de cuidar los ornamentos del altar..

EL acólito es destinado al servicio del altar y ayuda del sacerdote y del diácono”, La palabra ‘clave’ en esta frase es la palabra “servicio”.
El acólito está llamado a servir, muy en especial en la celebración eucarística. La palabra “servir” es un término bíblico de mucho contenido e inspira respeto. Aquí no se trata de un servicio esclavizante o humillante, sino un privilegio noble de poder servir.
Se trata aquí de “servicio religioso”. Cristo y el prójimo sirven. También la comunidad creyente y el mundo sirven: todos los cristianos están llamados a servir. El acólito tiene el privilegio de expresar y vivir esta vocación en el servicio de la liturgia.

Las personas que tienen en sus manos y mentalidad la capacidad de transformar un ambiente en algo atractivo y elegante, a través de la decoración, dando como resultado un embellecimiento a la casa del Señor. Ellos entregan su capacidad y su talento al servicio del Santuario.

El Lector o Proclamador de la Palabra no solo tiene un oficio en la Iglesia; no es digamos un simple predicador o lector y nada más, como quizás mucho lo ven o lo entienden. El Proclamar la Palabra de Dios es una Dignidad, es una Misión Divina, y esa dignidad no la puede ejercer cualquier persona que simplemente lea bien, si antes no ha penetrado en el contenido de esa Palabra, si no vive el Mensaje de esa Palabra.

Los sacristanes son las personas que asisten a los sacerdotes, en este caso; a nuestros padres del Santuario, a preparar todo para la celebración de la eucaristía.
Ellos realizan una noble labor de cuidado de nuestro templo, gracias a ellos podemos participar de una linda misa que siempre deja mensaje en nuestro corazón.

Formación bíblica diocesana: Ahonda en la Palabra de Dios y propende por llevarla a todos las personas.